Una de las condiciones más importantes para una vida cómoda es el calor. La conservación del calor en la vivienda es tanto más relevante cuanto mayor es el coste de los servicios de consumo energético. Los propietarios dedican mucho tiempo a organizar el aislamiento térmico, incluso en el techo.
Principios para elegir un calentador de techo.
La propiedad más importante de un calentador es su capacidad para retener bien el calor sin condensación, por lo que el siguiente requisito para un calentador es una mayor resistencia a la humedad. Dependiendo del tipo de calefacción en la casa del ático, se acumula más o menos humedad, lo que provoca daños en la capa de aislamiento descubierta. Por eso no es raro que en primavera, en el ático de las antiguas casas particulares, haya un persistente olor a moho.
Es necesario prestar atención a la vida útil del material, que debe ser de al menos veinticinco años, sin embargo, la durabilidad del material es menos importante que, por ejemplo, su resistencia a las influencias externas.
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Por lo tanto, si el aislamiento térmico comienza a desmoronarse debido a la temperatura o la humedad, es poco probable que importe la cantidad esperada de años de servicio.
Es necesario predecir la densidad del material, es decir, debe ser lo suficientemente liviano para no tener cargas innecesarias en el techo. Se recomienda elegir materiales no combustibles para protegerse del fuego. El aislamiento debe soportar temperaturas extremas extremas en la región de residencia.
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